No fue unx, fuimos todxs

Una fotógrafa curiosa, un sector social que cuida su cuna de oro y un acto solidario fueron los componentes necesarios para dar vida a M.A.f.I.A: Movimiento Argentino de Fotógrafxs Independientes Autoconvocadxs.

Revista Ojo de Salvia

El 13 de septiembre de 2012 un cacerolazo sorprendió al país. En aquel momento, la novedad fue la convocatoria de las clases medias y media-altas porteñas vía redes sociales, para manifestarse a golpe de cacerolas en contra del gobierno de turno. Desde las 19 se movilizaron hasta Plaza de Mayo bajo las consignas “por la libertad y la defensa de nuestra Constitución nacional”, “contra la inseguridad”, “por la defensa de las instituciones”, aunque la gran figurita repetida era “somos todos anti K y no tenemos miedo”.

Ceci Estalles, fotógrafa independiente de Buenos Aires, colgó su cámara al hombro y salió a hacer el registro fotográfico de la manifestación que, horas más tarde, publicaría en sus redes sociales. El resultado fue una colección de imágenes que hasta ese momento no habíamos visto: labios siliconados fruncidos, simbologías con referencias al nazismo, banderas argentinas brillantes, un desfile de perros miniatura, empleadas domésticas llevadas para golpear las cacerolas, hombres de traje y gestos de odio. Las imágenes se viralizaron rápidamente y, con la misma agilidad, el sector movilizado fue contra la fotógrafa, denunciando y censurando las imágenes, amenazando con atacarla y a integrantes de su familia.

Ceci escribió en su muro: “Facebook me advirtió que si no las bajo me saca la cuenta ¿A quién lastiman las imágenes? ¿Inventé personas y situaciones? ¿Las obligue a posar? No, y es sólo una opinión visual. En algo estoy de acuerdo con el Sr. Facebook: en estas imágenes hay cosas obscenas”. Luego borró las fotografías de la red social, pero las liberó para que quienes las desearan pudieran continuar su la circulación. 

Tras este gesto se creó un grupo cerrado en Facebook, donde varixs fotógrafxs que no se conocían entre sí se solidarizaron con la fotógrafa y comenzaron a vincularse, reflexionando sobre cómo cubrir el siguiente cacerolazo de manera colectiva. Así logra organizarse un grupo de 16 personas que se ven por primera vez y salen a la calle a cubrir el segundo cacerolazo, el 8 de noviembre del 2012. Todas las imágenes se subirían luego a un Dropbox y se harían circular bajo una misma firma colectiva.

Fue entonces cuando estxs fotógrafxs autoconvocadxs descubrieron que sus miradas apuntaban a otros recovecos históricos y decidieron llevar la iniciativa más allá, dando vida a M.A.f.I.A (Movimiento Argentino de Fotógrafxs Independientes Autoconvocadxs). 

Mientras seleccionaban las imágenes a publicar, encontraron una fotografía en la que aparece el femicida Ricardo Barreda (quien en 1995 asesinó a tres mujeres de su familia) golpeando su cacerola en contra de la inseguridad. Esta imagen no se replicó en ningún medio de comunicación masiva. Ningún reporterx gráfico había puesto su mirada en el asesino reclamando por seguridad. Fue entonces cuando estxs fotógrafxs autoconvocadxs descubrieron que sus miradas apuntaban a otros recovecos históricos y decidieron llevar la iniciativa más allá, dando vida a M.A.f.I.A (Movimiento Argentino de Fotógrafxs Independientes Autoconvocadxs). 

“Somos un colectivo fotográfico que surgió en noviembre de 2012. A partir de la firma colectiva y el trabajo colaborativo, concebimos la labor fotográfica como un espacio de exploración artística que busca interpelar al espectador desde una doble perspectiva: informativa y estética. Creemos que es importante relevar los hechos desde sus protagonistas, construyendo así una mirada cercana sobre la realidad. Las redes sociales nos permiten una llegada masiva y directa de nuestro trabajo.

Florencia Trincheri es una de las cofundadoras de M.A.f.I.A. y nos cuenta, desde su perspectiva, cómo este movimiento cambió el modo de mostrar las imágenes que conformaban la información noticiosa. 

¿Cómo se organizó M.A.f.I.A.?

Luego de la cobertura de este segundo cacerolazo que sirvió como evento fundacional del movimiento, la prioridad fue empezar a conocernos. Las redes sociales jugaron un papel crucial en la iniciativa porque rápidamente el registro visual que hicimos tuvo mucha circulación. En relación a la forma de organizarnos pensamos muchas cosas, pero lo que estuvo firme desde el principio fue reunirnos en asamblea cada semana. Pasaron ya ocho años desde el inicio y actualmente en M.A.f.I.A. somos Lina Etchesuri, Luciana Leiras, Gonzalo Pardo, Nicolás Villalobos y yo.

¿Qué pensás que cambia en la imagen, con la aparición de este movimiento?

Lo interesante de este proyecto es que todxs veníamos de lugares muy distintos en cuanto a trabajo fotográfico, algunxs veníamos del cine, otrxs del sector editorial, publicidad, artístico. Pocxs veníamos del fotoperiodismo, esto generó que la imagen fuera muy particular. Poder amalgamar una mirada, conocernos, salir colectivamente a cubrir hechos noticiosos estando en diferentes lugares a la vez y, sobre todo, tener diferentes miradas produjo mucha riqueza en las imágenes. Creo que logramos personalizar la mirada y ocuparnos de otras noticias. 

¿Cuál es la fortaleza de la agrupación?

Elegir una firma colectiva, sin resaltar la autoría individual como valor, y pensar que la sumatoria de las partes podía generar algo mayor fue muy certera, M.A.f.I.A. logró una imagen muy identitaria. Cada foto es de todxs, no propia de cada unx. Dejamos de poner atención únicamente en el momento de sacar la foto y nos expandimos en la reflexión sobre los eventos sociales en los que íbamos a fijar la mirada. Conocernos y crear una imagen colectiva fue lo mejor. 

Otro punto fuerte para mí fue la decisión de tener una licencia copyleft de common creative para que nuestras imágenes puedan circular por todos lados, siempre y cuando se cite el crédito a la agrupación, no se tergiversen las imágenes ni se usen con fines comerciales. Hemos colaborado con muchos medios de comunicación con los que nos sentimos emparentadxs.

 

¿Cómo eligen dónde apuntar la mirada?

Contamos las historias que nos interesan. Nos importa lo humano y lo que las personas tienen para decir. Al principio salíamos a registrar la situación noticiosa con nuestra impronta: si había un escenario nos poníamos de espaldas y mirábamos a la gente acercándonos a sus gestos y emociones. A medida que el colectivo fue madurando empezamos a pensar en otro tipo de cobertura, que tenía que ver más con buscar historias, siempre desde la mirada colectiva, profundizando el vínculo con las personas que protagonizan estas historias. 

Fue importante pensar cómo fotografiamos, dejando atrás la idea de fotografía como acto unidireccional y comprendiendo que siempre es un acto recíproco y colectivo en el que ponemos a disposición la cámara, que es la herramienta que sabemos utilizar. M.A.f.I.A. propone una mirada subjetiva, que se logra gracias a la dinámica de trabajo horizontal sin jerarquías. Mostramos lo que vemos, no somos fotoperiodistas, ponemos nuestras cámaras a disposición de estas personas que necesitan contar su historia dando mayor importancia al vínculo humano.

¿Cuál es la foto que más te emociona de M.A.f.I.A? ¿Nos contás por qué?

Me cuesta elegir una, porque tenemos mucha cantidad de imágenes y tenemos una línea de visibilización muy amplia. Existe una foto a la que internamente le llamamos El Grito, es una foto muy importante para mí y fue tomada en 2012, en un repudio a un fallo absolutorio que se hizo sobre los 13 acusados por la desaparición y secuestro de Marita Verón. Es una foto súper expresiva y ese grito es tan desgarrador ante semejante injusticia, que para mí representa mucho lo que es el grito colectivo, esa voz que, sumada a otras, se convierte en potencia. 

En ese momento lo linkeé enseguida con nuestro trabajo en el M.A.f.I.A, la construcción de un equipo de trabajo y amistad que se reúne para gritar colectivamente cuando es necesario. Es una imagen que quizás dentro del fotoperiodismo no encajaría tanto, está movida, podría tener errores, pero la verdad es que toda la energía del grito está en el movimiento de la imagen. Nuestro colectivo vino a proponer una estética diferente para poder relevar los hechos noticiosos.

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Autorx

Marina Cisneros

Redactora